(escrito por Tuutikki Tolonen)
En el Museo del Aula del Derecho de Autor, se ha inaugurado una exposición de películas antiguas. Han invitado a la clase de Ana y Josué a ver un espectáculo en el museo. Sin embargo, cuando llegan, encuentran un coche de policía delante del museo.
¿Qué ha pasado?
La clase entra indecisa al museo. En el vestíbulo, una guía del museo, inquieta, está dando explicaciones a un agente de policía: —¡Han robado todas las cintas de películas antiguas! Un ladrón las robó de la caja que estaba junto a la puerta de atrás mientras yo llevaba sillas al auditorio.
—Vamos a echar un vistazo a esa caja —sugiere el policía.
La guía y el policía desaparecen hacia la puerta de atrás.
—¿Qué vamos a hacer ahora? —pregunta Iris a la profesora.
—¿Deberíamos volver a clase? —continúa Mario.
La profesora mira pensativa.
—Vamos a esperar un rato. A lo mejor encuentran las cintas de las películas. Llevad los abrigos al ropero y volved aquí.
En el ropero, Ana se encuentra una sorpresa. ¡Hay un loro sentado en el perchero!
—¡Hala, mira! Me pregunto si lleva ahí sentado mucho tiempo —dice Ana a Josué.
Josué mira al loro y dice:
—Apuesto a que es el único testigo del robo. Es una pena que no pueda contárnoslo.
El loro mira a los niños con sus pequeños ojos negros brillantes.
—Tal vez, puedo —susurra, de repente, con voz ronca.
—¿Qué? —exclaman Ana y Josué—. ¿Puedes hablar?
—¿Qué os parece? —responde el loro.
—Vale, ¿quién se llevó las cintas? —pregunta Josué.
—Información por información, una respuesta por una respuesta —dice el loro con un graznido.
—¿Eso qué significa? —pregunta Ana.
El loro mira fijamente a Ana y contesta:
—Soy el loro de los derechos de autor.
Yo pregunto y vosotros respondéis. Si vuestra respuesta es correcta, recibiréis una letra. Las letras os dirán quién robó las cintas.
Casi toda la clase está arremolinada en torno al loro. Los niños se miran.
—De acuerdo. ¡Danos la primera tarea! —dice Josué.
Alcalá, 21, 2.º dcha.
28014 Madrid
