Las películas de alquiler y las compradas en una tienda son exclusivamente para uso privado. Asimismo, puede grabarse de la televisión solo para un uso privado. Por lo tanto, para la proyección de una película en un uso distinto al privado, por regla general, debe pedirse permiso, independientemente de cómo se haya adquirido la película.
Las actividades de un cineclub no son un uso privado, sino una proyección pública, por lo que, para la proyección de películas, se necesita el permiso de los titulares de los derechos.
Los permisos para proyectar películas pueden solicitarse a EGEDA, sin perjuicio de los derechos de otros titulares como SGAE o DAMA, que tendrán derecho a ser remunerados.
More
